JUBILO, DOLOR Y ESPERANZA

INFORMACIÓN TÉCNICA

Autor: Mariano Nieto Oñate
Tamaño:  17×24 cm. / 484 págs.
ISBN: 978-84-9092-127-2


Júbilo…
Cuando Pepe, el vocal de la junta directiva de UGT, amigo de Julio, entró en el taller de coches gritando: “¡El rey se va! Ha dicho que está dispuesto a abandonar el poder si se le garantiza su seguridad y la de toda su familia”. Todos los que estaban en el taller lanzaron gritos de júbilo, abrazos, gorras al aire y vivas a la República.

… dolor…
—Luis, anoche escuchando la radio con Josefa no pudimos contener las lágrimas y lloramos como benditas, cuando hablaban de la caravana de gente que escapaba a Francia, con niños pequeños, con ancianos, enfermos, abandonando su casa y marchando a la ventura sin saber si podrán volver algún día. ¡Pobre gente! Me acordé de los nuestros. ¡Qué cruel es la guerra!
—Sí, madre, yo también lo escuché y se me saltaron las lágrimas.

… y esperanza
En la pantalla del televisor aparecía el presidente del Consejo de Regencia, Rodríguez de Valcárcel, de pie, frente al príncipe Juan Carlos, vestido con el uniforma de capitán general. Tenía el libro de los “Santos Evangelios” entre sus manos y dijo: “Señor, ¿juráis por Dios y sobre los Santos Evangelios cumplir las Leyes Fundamentales del Reino y hacer cumplir y guardar lealtad a los Principios que informan el Movimiento Nacional?”.
A lo que el príncipe de España, con su mano derecha sobre el libro, respondió: “Sí juro”. “Si así lo hiciereis que Dios os lo premie, y si no, os lo demande”, dijo Valcárcel, y continuó: “En nombre de las Cortes Españolas y del Consejo del Reino manifestamos a la Nación española, que queda proclamado Rey de España Don Juan Carlos de Borbón y Borbón, que reinará con el nombre de Juan Carlos I”.

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Un abuelo escritor, Mariano Nieto
Yo nací cuando en España mandaba un dictador: el general Primo de Rivera. La infancia y la adolescencia las pasé con un rey (Alfonso XIII). Después, la Segunda República. Y a partir de ahí la locura: un golpe de Estado, la Guerra Civil y otro dictador: el general Francisco Franco. Luego, otra monarquía: el reinado de Juan Carlos I. Y, actualmente, continúa la monarquía, ahora con el hijo de este, Felipe VI. ¿Y qué pasará mañana? Eso quién lo sabe. El tiempo lo dirá; lo que es casi seguro, yo no podré verlo.
Es la primera vez que escribo narrativa. Hasta que me jubilé solo había escrito libros de texto: Ciencia y Tecnología.
Pero al disponer de mucho tiempo libre se me ocurrió escribir para mis nietos un diario contando las vicisitudes: alegrías, penas, sufrimientos, dolores y miedo, mucho miedo, que pasamos todos los españoles durante los años más oscuros de nuestra historia.
Y para que su lectura fuese más amena inventé una trama, introduje unos personajes y cuento una historia, real en muchos capítulos, de ficción en otros.
“Hijos, tened cuidado”, les he aconsejado; “Los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla”. Estamos viviendo, de nuevo, tiempos convulsos en nuestro país, donde se han incorporado a la vida política personas ambiciosas que solo piensan en alcanzar el poder, derribar la democracia y volver a tiempos pasados sin preocuparse por resolver los graves problemas de los españoles. Espero que me hagan caso y, antes de depositar su voto en las próximas elecciones, lo piensen bien, que mediten y metan su voto en la urna convencidos de que su papeleta lleva el nombre de la persona que puede gobernar mejor en España. Cuando leáis la novela, meditad.

1 comentario. Dejar nuevo

  • Miguel Angel
    12/09/2023 20:22

    Al margen de que está plagado de faltas de ortografía horrorosas, el planteamiento es maniqueista por completo, y el desarrollo parece sacado de la wikipedia, mientras que los personajes lo van relatando. Por no hablar de las «casualidades» tan repetidas e improbables de las que está repleto.
    Por último, el protagonista pasa de ser un humilde hijo de obrero, para pasar a lo que tanto había odiado en la primera parte del libro, un terrateniente y encima a golpe de braguetazo (también rocambolesca esta situación).
    Me parece admirable el que una persona de la edad del autor publique esta novela, pero para mí es de lo peor que he leido.

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